lunes, 28 de diciembre de 2009

Pompeya y una villa romana.


El Instituto Nacional de Antropológía e Historia (INAH) presenta un recorrido virtual por la exposición temporal Pompeya y una villa romana.
Arte y cultura alrededor de la bahía de Nápoles, que permanecerá hasta febrero de 2010 en el Museo Nacional de Antropología, México.




 Un par de siglos antes de nuestra era, la paradisíaca vista de la bahía de Nápoles, al sur de Italia, convirtió a la región de Campania en el lugar predilecto de emperadores –de Julio César a Nerón– y de aristócratas romanos. Pompeya, Herculano y las villas aledañas, representaban el solaz primaveral y estival de unos; y el afán de otros, particularmente de artistas.

Un centenar de piezas que revelan el lujo y la sofisticación que alcanzó esta zona del Mediterráneo, antes de su ruina bajo la lava del Vesubio, en 79 d.C., llega a México mediante esta muestra, que estará abierta al público hasta el 14 de febrero de 2010.

Como parte del programa de intercambio cultural entre México e Italia, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) auspicia esta muestra internacional dentro de su ciclo Grandes Civilizaciones. Asimismo, llega en reciprocidad por la exposición Teotihuacan. Ciudad de los dioses que arribará en 2011 al Palacio de Exposiciones, en Roma.

Esta exposición fue acogida con anterioridad por la Galería Nacional de Arte de Washington y el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles, con una importante afluencia de visitantes.

Pompeya y una Villa Romana. Arte y cultura alrededor de la bahía de Nápoles fue organizada por dichos museos estadunidenses, con la cooperación de la Dirección Regional para los Bienes Culturales y Paisajísticos de Campania, y la Superintendencia Especial de Bienes Arqueológicos de Nápoles y Pompeya.

La mayoría de los objetos proviene del Museo Arqueológico de Nápoles, y el resto del Museo Arqueológico de Campi Flegrei, las oficinas de Excavaciones de Pompeya, y de Oplontis en Torre Annunziata, Italia. Al acervo se suma una escultura en bronce del Joven Hércules, perteneciente a la colección del Museo de Arte del Condado de Los Ángeles.

Esta exposición internacional ofrecerá a los visitantes un viaje por la vida cotidiana de las villas romanas de Pompeya y Herculano, en los albores del siglo I a.C.; un recorrido por patios, jardines e interiores, de tal suerte que la museografía, apoyada además en recursos audiovisuales, recrea la disposición y refinamiento de estos espacios destinados al placer.

Esculturas, ornamentos, mobiliario, fuentes, mosaicos y objetos personales, dan ejemplo del exquisito arte romano, desarrollado para decorar las villas y el vestir a la aristocracia.

De esta colección (objetos de los siglos I a.C. - I d.C.), destacan dos bases de mesa hechas en mármol de la Casa de Gaius Cornelius Rufus y un cántaro de plata decorado con ramas de olivo; frescos y mosaicos con escenas que recrean el paisaje de las villas, las enseñanzas de Platón, a Apolo y a la musa Clío; un busto de Homero, estatuas de Apolo, Afrodita y Dioniso, así como una escultura en bronce de Alejandro Magno, entre otros.

Es necesario citar que las excavaciones sistemáticas, tanto en Herculano como en Pompeya, se remontan a fines del siglo XVIII, dichos hallazgos generaron un furor a lo largo del siglo XIX por los estilos antiguos, afectando el arte, el diseño y la cultura de Europa, y eventualmente de Estados Unidos, en donde algunas habitaciones del Capitolio fueron decoradas bajo la estética pompeyana.

LO QUE EL VESIBIO SEPULTÓ

La región de Campania fue un área bajo el dominio romano y un centro artístico de gran refinamiento, atrajo a la elite romana por la belleza de la bahía, los baños termales que existían debido a la geología volcánica, y por su herencia griega; su colonización helenística data del siglo VIII a.C.

Pompeya y una Villa Romana. Arte y cultura alrededor de la bahía de Nápoles, está dividida en las siguientes secciones: Patrones y propietarios, Interiores, Patios y jardines, y El gusto por lo antiguo.

En la primera de ellas se muestra cómo esta zona alcanzó un gran atractivo luego de que el emperador Augusto designara al puerto de Puteoli (el moderno Puzzuoli, al norte de Nápoles) como la puerta de entrada a Italia para las embarcaciones de granos venidas de Egipto. Esto ayudó a que la bahía se transformara a la par en un sitio vacacional.

Los aristócratas romanos empezaron a edificar villas en la bahía en el siglo II a.C., a lo largo de esa centuria y la siguiente, las familias reinantes también llegaron. Julio César, el primer emperador; Augusto, Tiberio, Calígula y Nerón, tuvieron residencias ahí, desatando una “fiebre constructiva” que llevó al historiador Strabo a expresar que el lugar lucía como “una ciudad continua”.

El segundo apartado, Interiores, hace hincapié en la demanda artística que esta riqueza conllevó; artistas locales y de otras regiones satisfacían las demandas de clientes para la decoración de sus palaciegos hogares. Estos artistas también hallaban consumidores entre los pobladores comunes de Pompeya y Herculano, quienes emulaban el estilo de vida de las elites.       

Los interiores de las villas y muchas casas de Pompeya estaban decorados profusamente, los muros poseían frescos con escenas mitológicas, paisajísticas o naturalezas muertas. Mientras, el mobiliario incluía mesas de mármol, candelabros de bronce, estatuas, copas de plata ornamentadas y retratos familiares esculpidos.

Los patios y jardines –tema de la tercera sección– estaban acentuados con aviarios, fuentes y figuras de mármol o bronce, de los que brotaba agua hacia piscinas y caminos. Inclusive las casas modestas contaban con áreas ajardinadas que “expandían” al pintar arbustos en los muros de patios y colocar esculturas de animales salvajes o de Dioniso (dios del vino), así como retratos de sabios griegos.

La bahía de Nápoles aún conservaba su “sabor griego” cuando los romanos arribaron a ella, de ahí que muchas veces rendían una particular reverencia por ese pasado helenístico, tanto así que algunos romanos salían en toga a la calle. Esta fuerte influencia es la que toca el último apartado: El gusto por lo antiguo.

Los vestigios localizados en las casas de la elite de Pompeya y Herculano, sin contar los de las villas, revelan que, para sus dueños el conocimiento de la cultura griega fue un símbolo de estatus y señal de refinamiento. Las piezas que encargaron –sobre todo a artistas locales familiarizados con los modelos griegos–, fueron realizadas en estilos de varios periodos de esa civilización.

Pompeya y una Villa Romana. Arte y cultura alrededor de la bahía de Nápoles, estará abierta al público a partir del 26 de noviembre en la Sala de Exposiciones Temporales del Museo Nacional de Antropología (Reforma y Gandhi, Bosque de Chapultepec). Horario de 09:00 a 17:00 horas de martes a domingo.

Fuente: Conaculta.

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